TEMA II - BATALLA DE ACARI

 

“LA BATALLA DE ACARÍ” 16 DE OCTUBRE DE 1820 LA PRIMERA BATALLA DE LA INDEPENDENCIA PERUANA


Tu no eres de Acarí si no sabes que hay un acontecimiento histórico, que los acarinos debiéramos celebrar con legítimo orgullo. Sucedió un día como hoy 16 de octubre de 1820 hace 198 años, y está relacionado con el inicio de las acciones militares de la Expedición Libertadora del Generalísimo José de San Martín y Matorras. He aquí los hechos que los acarinos debemos considerar dentro de las solemnes ceremonias por el Bicentenario de nuestra Independencia.

Desembarcado el Generalísimo José de San Martín en la Bahía de Paracas, el 8 de setiembre de 1820; el día 17 del mismo mes estableció su cuartel general en la ciudad de Pisco, para proseguir con sus planes libertarios de los peruanos. El Generalísimo siguiendo sus planes estratégicos, y con acuerdo de su Estado Mayor jefaturado por el Coronel Juan Gualberto Gregorio de las Heras, decidió enviar al mando del General Juan Antonio Álvarez de Arenales, una avanzadas militar que deberá internarse a la sierra central, con la finalidad de verificar la posición de las fuerzas realistas en la zona; así como difundir las ideas emancipadoras de la expedición, para que influyan en el ánimo de los peruanos y conseguir su Independencia. 

La madrugada del 4 de octubre de 1820, el General Álvarez de Arenales; teniendo como jefe adjunto al Teniente Coronel Manuel Rojas Argerich, y como oficiales al capitán francés Federico Bradsen y los tenientes Felipe Briceño y Juan Vicente Suárez Ramos; partió hacia el sur ocupando la ciudad de Ica el mismo día por la tarde; siendo recibido con muestras de gran júbilo por la población iqueña. El General Álvarez de Arenales establecido en la ciudad, confirmó con el gobernador la información ya conocida, que hacía algunos días había partido de Ica con destino al sur, un contingente realista de 50 soldados de caballería, encargados de proteger un arsenal de guerra, que era conducido cargado en 100 mulas arreadas por arrieros y paisanada. El arsenal de guerra estaba compuesto por fusiles, municiones, sables, bayonetas, pólvora y alimentos; además la caja militar con dinero y oro; destinados a fortalecer las fuerzas realistas en la sierra sur. El General Álvarez de Arenales el día 13 de octubre de 1820 dio la orden al Teniente Coronel Manuel Rojas Argerich, que con una fuerza de 120 granaderos de caballería capturara el convoy realista y poner su cargamento de vuelta a disposición del ejército libertador. El Teniente Coronel Rojas y sus granaderos, después de llegar al final del desierto de Villacurí; en un lugar llamado Changuillo cercano al poblado de Huayuri, sostiene un enfrentamiento con una patrulla de soldados realistas a quienes logran despejar, para luego pasar por los caseríos de Río Grande y Palpa donde nuevamente su avance es obstaculizado por una guarnición realista. Vencedores, hacen su ingreso a Palpa donde pernoctan; reanudando la mañana del día siguiente, su marcha hacia el sur en busca del convoy realista. Al atardecer del 14 de octubre, a la entrada del pueblo de Nazca le salen al encuentro la guarnición realista destacada en ese pueblo; apoyados por el Coronel Manuel Quimper; joven militar peruano al servicio de España, que había sido nombrado por el virrey don Joaquín de la Pozuela, comandante militar de la costa sur del virreynato. Ante la superioridad numérica del ejército libertador, el Coronel Quimper abandona el lugar dispersando sus tropas que huyen unos hacia el interior del valle rumbo a la sierra ayacuchana. El Coronel Quimper en franca retirada toma rumbo al sur en busca de la caballería realista que protege el convoy. 

Refiere el historiador Félix Denegri Luna, que después del enfrentamiento de Nazca, el Teniente Coronel Manuel Rojas Argerich, recibe la información de las autoridades nazqueñas, que la noche del 12 de octubre habían pasado por la parte baja de ese lugar, el convoy realista y las 100 mulas cargadas con los pertrechos de guerra; hacia el valle de Acarí ubicado a 35 leguas de Nazca. El Teniente Coronel Rojas, destinó un contingente de 30 cazadores del regimiento de caballería, confiando el mando al paraguayo Teniente Juan Vicente Suárez, que seguido por una veintena de nativos y negros esclavos, que habiendo abandonado a sus amos; se plegaron a sus soldados haciendo junto con ellos la marcha hasta el pueblo de Acarí. Los expedicionarios partieron la tarde del día 15 de octubre cabalgando con rapidez el cruce del desierto. Al siguiente día 16 de octubre de 1820, a eso de las 10 de la mañana, los granaderos sanmartinianos, divisaron al enemigo comandados por el propio Coronel Manuel Quimper cruzando la pampa de La Lechuza (bajada de portachuelo). En una rápida intervención los dirigidos por el Teniente Juan Vicente Suárez; sable en mano cayeron como un rayo sobre la caballería realista, haciendo frente a una fuerza que en mayor número, fue atacada con tanta decisión y coraje que desconcertados y sorprendidos fueron derrotados por completo. No se disparó un solo tiro, apoderándose los libertadores del convoy y sus 100 mulas cargadas del material militar. El combate duró menos de una hora muriendo en la acción, 11 soldados realista y 3 expedicionarios y con muchos malheridos en ambos lados. Los demás soldados realistas fueron tomados prisioneros, entre ellos el propio Coronel Manuel Quimper, que después en el proceso emancipador del General Simón Bolívar, pondrá su espada al servicio de la causa libertadora.

Muchos pobladores acarinos dejando de lado sus labores, cruzando el río hacia la otra banda, yendo al encuentro de los vencedores que fueron aclamados con vivo sentimiento patriótico. El Alcalde del Primer Voto don José Gonzáles, el gobernador don Juan Navarro y el párroco presbítero Manuel Angulo acompañados por el entusiasmo ciudadano, recibieron a los soldados de la nueva Patria en la plaza principal del pueblo. La población entre vivas, con repiques de campanas y camaretazos, homenajeó a los gloriosos sanmartinianos que habían escrito una brillante página en nuestra historia acarina. El Teniente Juan Vicente Suárez agradeció en cuanto le fue posible, todas las muestras de alegría y apoyo a la libertad; en la misma plaza principal desde su cabalgadura, lanzó una proclama emancipadora, invitando al pueblo acarino a sostener la libertad y la Independencia del Perú. Agasajados los libertadores y curados los heridos de los dos bandos; la mañana siguiente iniciaron el regreso hacia Nazca, llevando consigo el convoy con las 100 mulas cargadas del arsenal de armas y municiones, que durante 12 días fue conducido hasta el puerto de Pisco donde quedaron en poder de los patriotas.
¿Que significó la victoria de la "Batalla de Acarí" en favor de la Expedición Libertadora? Se capturó el convoy militar y sus 100 mulas, cargadas con un importante arsenal de guerra que debilitó el poderío realista en la sierra sur. Se detuvo la caja militar, conteniendo la paga de los oficiales y soldados del ejército español. Se tomó prisionero al Coronel Manuel Quimper, jefe militar realista de la costa sur del virreynato; y una treintena de soldados de caballería, sus armas y sus cabalgaduras. Además se lanzaron a la población de Acarí y sus alrededores; proclamas en favor de la Independencia peruana. 

Escribe el historiador Félix Denegrí Luna, en su obra “La Memoria del Prócer José de Ribadeneyra y Tejada”, que los hacendados del valle de Acarí, le entregaron al Teniente Juan Vicente Suárez, 5 toretes para la alimentación del Ejército Libertador; y que 7 jóvenes acarinos cuyos nombres la historia no ha conservado, se plegaron a los expedicionarios para servir a la libertad de su Patria.

Algunos historiadores nacionales y extranjeros al enfrentamiento sucedido en Acarí, unos lo llaman “La Acción de Acarí”, otros “El Combate de Acarí “ o “La Batalla de Acarí; ya la “Comisión Permanente de Historia del Ejército Peruano” la llama “Batalla de Acarí”; y está considerada como la primera batalla triunfal que dio inició a la lucha final por la Independencia del Perú. 

Aquí el comentario del escritor argentino don Carlos Alberto Santostefano; que en su columna “La Trinchera del Buen Combate” escribió: Después del enfrentamiento de Nazca, El Teniente Vicente Suárez con 30 Cazadores granaderos a caballo sorprenden en Acarí a las tropas enemigas, atacando el convoy del coronel Quimper y derrotando sus fuerzas. Destruido el destacamento de Quimper; después de la batalla de Acarí, se logró recuperar inmensas cantidades de municiones, pertrechos de guerra, tercerolas, armamentos, convoy de tropas, la bandera realista y gran cantidad de oro que era traído desde Ica, todo ello equipados en 100 mulas de carga, más el escuadrón realista que lo custodiaban armados para la guerra y cumplir los planes de Manuel Quimper, cuyo objetivo era reencontrarse con el coronel realista Mariano Ricaford de la sierra altas atreves del valle de Acarí, a fin de armar un importante ejército de hombres para hacer frente al General Arenales. Tales planes fueron desbaratados totalmente, siendo este acontecimiento de la Batalla de Acarí, en que el cruel enfrentamiento y victoria triunfal del Teniente Juan Vicente Suárez, permiten al ejército libertador darle su primera victoria en busca de la Independencia, coronándose el pueblo de Acarí, como Símbolo Nacional de la Victoria por la Independencia Peruana y Latinoamericana, porque a partir de este hecho de armas, empieza la derrota de los 300 años de poderío español en nuestro continente, que através del Virreynato dominaba nuestros territorios nacionales. A partir de la Batalla de Acarí, el Virreynato, sufre una serie de batallas en su mayoría con victorias de los patriotas, que al año siguiente el 28 de Julio de 1821; proclaman la Independencia Peruana por Don José de San Martín”.

Recibidos los partes de guerra con los triunfos de Nazca y Acarí, el General Álvarez de Arenales el día 21 de Octubre de 1820, contando con el entusiasmo patriótico del pueblo iqueño; procede en la Plaza Mayor a proclamar la Independencia de Ica; siendo este pueblo el primero en proclamar su libertad en el Perú del dominio español.

Ese mismo día el Generalísimo José de San Martín, en su cuartel general de Pisco hace flamear por primera vez ante sus tropas y el pueblo; la bandera del Perú con los colores rojo y blanco; emblema que hizo diseñar a un joven inglés tripulante del buque insignia "San Martín" de la Expedición Libertadora, llamado Charles Chaworsthy Wood natural de Liverpool, y que según la tradición fue confeccionada y bordada por una zamba libre de nombre Juana. 

Bendecida y juramentada la enseña Patria, fue entregada al portaestandarte peruano Mariano Dueñas, que encabezados por una banda de músicos y acompañado de un batallón de infantería, la pasearon por las principales calles entre vivas y hurras de los enfervorizado patriotas pisqueños.

El día 23 de Octubre de 1820, el General Álvarez de Arenales hace abandono de la ciudad de Ica, rumbo a las sierras de Huancavelica, llevando consigo al recién formado “Batallón de Caballería Auxiliar Patriótica de Ica”, compuesta por contingentes nativos, zambos y negros esclavos que haciendo abandono de sus patrones en sus haciendas, se marcharon a luchar por la Independencia de su Patria. En el caserío de Mollepampa (Huancavelica) se llevará a cabo el encuentro entre el Teniente Coronel Manuel Rojas y sus cazadores de caballería victoriosos en “La Batalla de Acarí”.

Para conocimiento de las nuevas generaciones de acarinos, se impone una breve biografía del héroe de “La Batalla de Acarí” el paraguayo Teniente Juan Vicente Suárez Ramos. Aunque algunas veces se dijo que era argentino y porteño, afirma su descendiente don Vicente Suárez Villagra de Figueroa, el Teniente Juan Vicente Suárez nació el 17 de marzo de 1791, en el poblado de San Ignacio una población cercana a la ciudad de Asunción. Fueron sus padres don Antonio Suárez y doña Francisca Ramos. Según el historiador argentino don Luis Verón, el Teniente Juan Vicente Suárez era miembros de una hidalga familia, establecida desde muchos años en la Misión de San Ignacio. Descendía del Coronel de Milicias Vicente Suárez, cuya rama familiar comprometía a otros ilustres miembros de su familia como Isidoro Suárez, Lorenzo Suárez de Figueroa, Cristóbal Suárez de Figueroa y Martín Suárez de Toledo. Estudio sus primeras letras en su pueblo natal, cursando estudios de segunda enseñanza en el Colegio Jesuita de Asunción. 

Tenía 19 años cuando sucedió el levantamiento del 25 mayo de 1810, hecho que dio inicio a la emanación de las provincias argentinas del Río de la Plata. Cruzando la provincia de misiones con otros jóvenes de la sociedad asunceña, se unió a los emancipadores y cuando el Generalísimo José de San Martín, creó el “Regimiento Granaderos a Caballo”, quedó bajo sus órdenes como uno de los portaestandarte del regimiento. Tuvo presencia activa en la “Batalla de San Lorenzo” sucedida el 3 de febrero de 1813, acción que constituyó el primer triunfo del Generalísimo San Martín y sus granaderos a caballo. 

Juan Vicente Suárez siguiendo a las fuerzas independentistas sanmartinianas, se estableció en la ciudad de Mendoza formando parte del Ejército de los Andes. Guiado por su afán libertario, cruzó la agreste cordillera andina para defender las banderas libertadoras en las batalla de Maipo y Chacabuco; victorias que procuraron la Independencia de la República de Chile. 

El 20 de agosto de 1820, día del cumpleaños del libertador chileno Bernardo de O’Higgins, el Teniente Juan Vicente Suàrez; partió del puerto de Valparaíso con la Expedición Libertadora, rumbo a la Bahía de Paracas lugar donde desembarcó el 8 de setiembre de 1820. Ya hemos visto que participó activamente en la expedición del General José Antonio Álvarez de Arenales; donde fue vencedor en los enfrentamiento de Changuillo, Nazca y en la “Batalla de Acarí". Después del triunfo acarino se encaminó hacia Huancavelica, pasando luego a la sierra de la provincia de Pasco; tomando parte el 6 de diciembre de 1820 en la “Batalla de Cerro de Pasco”. Su valentía y patriotismo expuesto en la batalla, hacen que el General Álvarez de Arenales; con todos los honores lo ascienda al grado de capitán. Después de esta batalla todo el ejército expedicionario tomó el camino de retorno a la costa; para establecerse en el pueblo de Huara al norte de Lima, lugar donde el Generalísimo José de San Martín había estableció su cuartel general.

Su desaparición y muerte está envuelta en un velo de misterio. Lo más cercano a la realidad refiere que su muerte se produce, en cumplimiento de una orden dada por el Coronel Andrés Reyes patrullando los alrededores de Huaral, donde se cree que fue atacado por un destacamento realista que le dio muerte en mayo de 1821.
Sus restos mortales nunca fueron encontrados. Muy joven había contraído santo matrimonio en Buenos Aires con doña Josefa Martínez, hogar que fue bendecido con el nacimiento de 6 hijos; Juan, José, Antonia, Roque, Delia y Domingo; enlace que dio origen a importantes familias con frondosa descendencia. 

Para honrar su memoria el Estado Peruano, ha designado con el nombre Capitán Juan Vicente Suárez, a la Institución Educativa Pública N° 2155 ubicado en el poblado de Caqui, Distrito de Aucallama, provincia de Huaral; donde ha quedado inmortalizado su nombre entre los peruanos. 

El Distrito de Acarí, debería designar una de sus calles con el nombre del Capitán Juan Vicente Suárez, para honrar su nombre como el vencedor de la “Batalla de Acarí”.

Fuentes: Colección Documental de la Independencia del Perú

Archivo del Instituto Sanmartiniano del Perú

Archivo del Centro de Estudios Militares del Perú

Instituto Libertador Ramón Castilla

Benemérita Sociedad fundadores de la Independencia, Vencedores del 2 de Mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria

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